En los centros penitenciarios en Nayarit, 21 personas privadas de su libertad viven con esta enfermedad, y organizaciones civiles como Casa de las Muñecas Tiresias trabajan para garantizar que reciban atención médica adecuada sin que se violen sus derechos humanos.
La situación ha encendido las alarmas debido a reportes de problemas en la entrega de medicamentos, especialmente en el Centro Venustiano Carranza, lo que pone en riesgo a los internos que no reciben tratamiento adecuado.
En total, en el estado hay 3,304 personas viviendo con VIH, principalmente entre los 20 y 30 años, y las autoridades llaman a generar estrategias para frenar el aumento de contagios, tanto en la población general como en los centros penitenciarios. Además, organizaciones civiles siguen aplicando pruebas en centros de reinserción con el objetivo de realizar 400 pruebas adicionales en febrero.
