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María Fernanda, una joven de 22 años de edad, que desapareció misteriosamente el 8 de enero del 2020, mientras conducía hacia la ciudad de Tepic proveniente de Puerto Vallarta, fue localizada cuatro años después en una fosa clandestina descubierta a principios de octubre en un predio perteneciente al ejido de Camichín de Jauja.
De acuerdo con publicaciones realizadas en aquel año por familiares y amigos, ella viajaba en su automóvil de la marca Kia, en color gris, cuando se perdió toda comunicación con ella, motivo por el cual realizaron una campaña de búsqueda.
El 6 de octubre del 2023, integrantes del Colectivo Familias Unidas por Nayarit quienes iban acompañados por elementos de la Guardia Nacional, Comisión Nacional de Búsqueda y de la Fiscalía de Nayarit, arribaron al predio denominado “La Tuna” del citado ejido, realizando un descanso junto a una escultura religiosa deteriorada de San Judas Tadeo, misma que estaba sobre una extraña plancha de cemento.
Al excavar en ese sitio, encontraron restos óseos, confirmándose que se trataba de una fosa clandestina, de la cual exhumaron los restos de dos personas, una de ellas del sexo femenino, además recuperaron una credencial con el nombre de María Fernanda.
Ante esa situación, las autoridades se comunicaron con familiares de la joven, para practicar exámenes de ADN y así confirmar que se trataba de ella.
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